Para destacar en la gestión de impuestos es necesario contar con la formación específica que permita conocer al detalle la normativa, los procedimientos y los modelos tributarios del sistema nacional. Pero también la comunicación, la organización y las nuevas tecnologías. ¡Te lo contamos!
No hay tarea tan desconocida y tediosa para las empresas como llevar un control de todo lo referente a impuestos. Conocer el calendario laboral, qué posibilidades existen para presentar unos u otros impuestos, facturas, operaciones… Un trabajo tan cargado de responsabilidad que solo puede estar en manos de auténticos expertos, por lo que la tendencia más habitual entre las empresas y profesionales autónomos es, sin duda, contar con un gestor o asesor externo para los temas de fiscalidad y tributario. Una opción que permite al empresario y resto de trabajadores centrarse en lo importante: el negocio.
Formación y preparación
De este modo, cualquier asesor o gestor tributario y fiscal tiene que contar, sí o sí, con la formación específica más adecuada para su trabajo. Porque conocer al detalle todos los impuestos, sus formas y procedimientos no es un asunto baladí; sino totalmente trascendental para cualquier compañía. Y cuando un empresario deja en manos de un gestor este tema, lo que espera es encontrar a una persona totalmente preparada, competente y conocedora profunda del sistema tributario nacional. Estas son, sin duda, las claves para que una empresa se decida por uno u otro gestor.
Pero… ¿Y el gestor que tiene que tener en cuenta? Aquí te dejamos las cinco claves a las que tiene que atender cualquier gestor si quiere triunfar en la gestión tributaria y fiscal de empresas.
Las claves de la Gestión Tributaria y Fiscal
1 – Apóyate en las nuevas tecnologías: Está claro que el mundo actual solo se entiende con las nuevas tecnologías. Lo mismo ocurre con las profesiones. Da igual el tipo de empresa que te toque gestionar, su tamaño o situación geográfica, porque si cuentas con las nuevas tecnologías para realizar tu trabajo podrás ganar tiempo, mejorar la comunicación con la empresa y, por lo tanto, ¡disfrutar más de la vida!. Porque no es lo mismo ir a una empresa a por las facturas, documentos… que tenerlos en una carpeta compartida; o recoger y rellenar papeles, que presentarlos por internet.
2 – La comunicación es esencial: Si un gestor o asesor fiscal y tributario no mantiene una comunicación constante y fluida con la empresa a la que gestiona o asesora, tanto uno como otro comprobarán día tras días que las tareas no salen en tiempo y forma. Una tarea para la que la asesoría tiene que estar siempre disponible con el objetivo de resolver dudas, ayudar y, sobre todo, evitar posibles sanciones; y para la que la empresa tiene que dar sí o sí toda la información al gestor o asesor.
Una oportunidad única
3 – Fórmate continuamente: La formación continua es esencial para cualquier gestor o asesor que quiera mantener su trabajo activo y valorado durante largo tiempo. Ahora, las oportunidades para recibir esta formación son múltiples, pero siempre es esencial formarse en entidades de prestigio y reconocimiento contrastado para recibir una formación de calidad, como esta de la Universidad de Almería especialmente dirigida a aquellos interesados en convertirse en gestores y asesores fiscales y tributarios.
4 – Saber de fiscalidad y tributario, pero también de contabilidad: Tanto la empresa como el gestor no pueden quedarse en lo básico y necesitan ir más allá para que el trabajo salga de la mejor manera. Y para ello, por mucho que se sepa de fiscalidad y gestión tributaria, sino existe un conocimiento profundo de la realidad contable de la empresa, el camino puede no llevar a ningún lado. Así, es importante formarse en esta área para que el contacto gestor empresa siempre sea fructífero.
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5 – Saber si os convenís mutuamente. Hay empresas que han acabado mal por culpa de asesores que no eran lo que decían. Y asesores que han acabado igual «gracias» a empresas que no cumplían con la legislación tributaria. Por ello, tanto las empresas como los gestores han de informarse concienzudamente de con quién van a trabajar y quién reclama sus servicios. De este modo, las empresas podrán evitar que un asesoramiento ineficaz acabe con importantes sanciones. Y el gestor, vivirá más tranquilo.